EL SOFISMA DEL CAPITALISMO
La frase más común en estos días es que " el capitalismo ha fracasado ". La respuesta del pensamiento conservador es tan inge...

La frase más común en estos días es que " el capitalismo ha fracasado ".
La respuesta del pensamiento conservador es tan ingenua como absurda: "el socialismo también"
Veamos.
¿Quién de nosotros ha vivido realmente en un país capitalista?
¿En un país donde siempre ha dominado un sistema de libre mercado?
Ante esta pregunta, la mayoría de las personas parecen confundidas ya que son residentes de un país europeo o norteamericano y piensan categóricamente que viven en un país capitalista.
Un sistema capitalista, o de “libre mercado”, es aquel en el que los precios de los bienes y servicios están determinados por los consumidores y por el mercado abierto, en el que las leyes y fuerzas de la oferta y la demanda están libres de cualquier intervención del gobierno, regulador de precios, o cualquier otra autoridad.
Hoy en día, ninguno de los países de los llamados democráticos o del mundo libre como gustan en llamarse ellos mismos, cumple estos requisitos.
Cada uno de estos países está plagado de leyes, regulaciones y una caterva de sistemas burocráticos cuyo único propósito es restringir la libertad del comercio voluntario.
Y cada vez más se limita la libre empresa. Cada vez hay más regulaciones, permisos necesarios, impuestos, inspecciones… y terminan un entramado tan denso como innecesario y corrompido.
Al mismo tiempo las grandes corporaciones se han vuelto tan poderosas que, al contribuir por igual a las campañas de cada partido político importante después de las elecciones, exigen sus recompensas que pueden ser de variados pelajes, desde reducción de impuestos, jugosos contratos, hasta protección. . legal en ciertos procedimientos oscuros.
Esto nos lleva a la conclusión de que no hay tal capitalismo, es un colectivismo disfrazado en una oligarquía financiera a la cual el Estado apoya servilmente y mantiene una costa de los ciudadanos.
Además, el concepto de que un gobierno tome por la fuerza a algunos individuos los frutos de su trabajo y se los otorgue a otros no es de ninguna manera libre mercado.
Es un concepto socialista.
Y, en cualquier país donde aproximadamente la mitad de la población es receptora de tal generosidad, ese país, sin lugar a dudas, se ha asentado profundamente en una condición socialista.
¿Cuál es la diferencia actual en países como Canadá, Polonia, Alemania y Estados Unidos con los países llamados fascistas, socialistas o comunistas?
¿Hay libertad de expresión?
¿Hay libre comercio?
Solo por hacer un par de preguntas obvias.
Despertemos. No hay nada de eso.
Y entonces tenemos otra pregunta:
¿Volverán algún día estos países al sistema capitalista original?
¿Hay una especie de péndulo civilizacional que nos traerá de vuelta el viejo estamento con nuevos bríos y capacidades?
NO.
Categóricamente no.
Los líderes no se sienten servidores públicos y hay demasiada corrupción en el sistema.
La historia nos dice que estos líderes ascienden, destrozan el país en la búsqueda de riquezas personales y se retiran millonarios dejando un país en ruinas.
¿Que nos queda a nosotros, los Hombres Olvidados?
No votar por nadie, construye tu propia burbuja con recursos propios, considera cualquier partido político un hatajo de corruptos mentirosos o en el mejor de los casos, ineptos y trabajar para poner a tu familia a salvo de los vaivenes cruciales en la sociedad en que vives. . .
No se puede hacer nada más.
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