MEMORIAL DAY
Por Ulysses Pereira Ayer fue el Memorial Day, un día que debe ser especial para los americanos y que frecuentemente se confunde con perros ...

https://www.analiticacallejera.com/2024/05/memorial-day.html
Por Ulysses Pereira
Ayer fue el Memorial Day, un día que debe ser
especial para los americanos y que frecuentemente se confunde con perros
calientes y hamburguesas en la barbacoa del patio y muy pocos se detienen a
pensar el verdadero significado de ese día.
Es un día para recordar a los caídos.
A los que
hicieron el supremo sacrificio en pos de la libertad, es el
mantra habitual.
Pero ha llegado el momento en que nos preguntemos: ¿cuál
libertad?
Si nos atenemos a la historia, desde el siglo XVIII ningún
americano ha caído defendiendo su patria, su bandera o su tierra.
Exceptuando la II Guerra Mundial donde miles de jóvenes
americanos perdieron sus vidas en el desembarco de Normandía, una acción militar
costosísima en términos de vidas humanas, a miles de millas de las costas
atlánticas de los Estados Unidos pero ante la amenaza global que
representaba la Alemania de Hitler, puede
justificar con semejante masacre, no hay una sola guerra de las tantas donde
han enviado sus jóvenes el gobierno americano, donde haya existido alguna amenaza
real a la Nación Americana.
Sin embargo, jóvenes americanos han muerto por miles
en Viet Nam, Irak, Afganistan, Somalia, y otros pequeños conflictos donde se ha
derramado sangre americana.
El presidente Biden ayer en su mensaje por el Memorial
Day dijo que los americanos deben
mantener a toda costa los ideales democráticos por los cuales muchos soldados y
sus familias se han sacrificado.https://abcnews.go.com/Politics/biden-memorial-day-speech-americans-continue-upholding-democracy/story?id=110585468
¿Cuáles ideales democráticos?
¿Los mismos bajo los cuales se destruye la nación
americana?
¿Las políticas DEI, la extrema corrupción de la
clase política, la persecución a oponentes políticos, los veteranos presos por
la supuesta insurrección de enero 6?
¿La desacralización de la bandera, el desmonte de la
historia americana, BLM, Antifa, la invasión por la frontera Sur con fines
electorales sin importar el daño al tejido social de la Nación?
¿La perversión de la prensa, el libre albedrío de
las compañías de Silicón Valley, la extrema inflación, la censura, las
violaciones a la Primera Enmienda, el FBI como brazo represivo?
¿La inseguridad, la penetración comunista en las
Universidades, la influencia terrible del lobby LGTB en las escuelas y en la educación general?
¿Esos son los valores democráticos que los soldados
de USA han ido a defender a otras tierras?
¿Y que han muerto por ellos?
La decadencia de los valores conservadores de Dios Patria
y Familia en todo el espectro de la sociedad de los Estados Unidos es visible y
palpable y con ellos las líneas divisorias entre el bien y el mal, lo correcto
e incorrecto se han difuminado, con la anuencia y participación del mismísimo gobierno
de los Estados Unidos.
Tal sofisma carece de lógica y de fuerza y los
pensantes americanos deben preguntarse si por el mundo que tenemos ahora,
personas como Harry O. Wells, de las colinas del suroeste de Wisconsin, un
sargento de la famosa 88.ª División de Infantería del ejército, los Diablos Azules,
murió en una de las batallas más sangrientas de la campaña italiana de la
Segunda Guerra Mundial, en una colina en Italia conocida como Monte Battaglia.
Wells, como muchos de los jóvenes de la Gran
Generación que lucharon en la Segunda Guerra Mundial, tenía un futuro brillante
por delante.
Antes de ingresar al servicio en diciembre de 1942,
Wells había asistido a la escuela aeronáutica en Lincoln, Nebraska, y trabajó
en una planta de aviones en Cleveland.
Su prometedora vida se vio truncada muy lejos de
casa cuando el 28 de septiembre de 1943 cuatro divisiones alemanas atacaron al
350º de Infantería en la cima del Monte Battaglia.
Más de la mitad de los soldados del Segundo Batallón
del 350 de Infantería murieron o desaparecieron, entre ellos Harry O. Wells.
El Presidente Lincoln alguna vez hablo del deber que
tenían los vivos de garantizar que “estos
muertos no hayan muerto en vano, que esta nación, bajo Dios, tendrá un nuevo
nacimiento de libertad, y ese gobierno del pueblo, por el pueblo, para el
pueblo, no desaparecerá de la tierra”.
Este necesario recordatorio ha sido olvidado.
Miles
de americanos han luchado en nombre de una supuesta libertad basada en los
valores conservadores en otras tierras del mundo ya que la libertad propia
estaba garantizada por un sistema que ha demostrado ser extraordinariamente frágil
y vulnerable. Incapaz de garantizar aquella libertad propia que se entendia como segura por los pesos y contrapesos de la mas perfecta Constitucion obrando sobre el planeta.
Sin embargo, por lo que murieron Harry Wells y tantos de los
Diablos Azules, está desapareciendo o desaparecido en los Estados Unidos de hoy
en día.
Nuestro gobierno del pueblo, por el pueblo, para el
pueblo, está pereciendo ante nuestros ojos gracias a líderes que antepusieron
el poder a la libertad individual. La extrema corrupcion de la clase politica americana en pos del poder y del enriquecimiento denosta los sacrificios de los caidos en epocas ya lejanas.
Estados Unidos enfrenta una crisis en el
reclutamiento militar.
Hay muchas razones para ello, pero la principal es
la pérdida de fe en la nación y sus líderes.
El Pentágono está más interesado en impulsar la agenda LGBT que en preparar soldados, marineros, marines y aviadores para
luchar y el ejército americano ya no es el mismo de antes, material e ideológicamente
Los luchadores por la libertad de la generación de
Wells han sido reemplazados por universitarios que defienden a terroristas,
tiranos y practicantes del genocidio.
¿Qué tan preparado está el ejército y el pueblo de
los USA si se produce una guerra frontal con Rusia o con China?
¿Estos
jóvenes ofendidos por cualquier cosa serán capaces de defender su tierra y su
bandera?
¿La misma que queman y escupen todos los días en un
país que no tiene siquiera un idioma oficial?
En este Memorial Day debemos reflexionar y honrar a los
caídos y la mejor manera es luchar como ciudadanos en recuperar los valores que
hicieron grande a esa Nación.
Sería el mejor homenaje a la memoria de Wells y
sus compañeros.
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