OTRA DE LA DEMOCRACIA ALEMANA
Tomado de la Gaceta de la Iberosfera A Woody Allen le entraban ganas de invadir Polonia cuando escuchaba demasiada música de Richard Wagner...

https://www.analiticacallejera.com/2024/05/otra-de-la-democracia-alemana.html
Tomado de la Gaceta de la Iberosfera
A Woody Allen le entraban ganas de invadir Polonia
cuando escuchaba demasiada música de Richard Wagner.
Los mandamases de la Alemania actual piensan que
cuando la juventud escucha demasiada música dance marcha en columnas sobre el
Reichstag. Y su reacción, propia de gente de orden a la que un alboroto ha
interrumpido su siesta, es prohibir. No a Wagner, por Dios, sino la música
discotequera.
Clemens Baumgärtner, director de la entidad organizadora del Oktoberfest de Múnich, que, a pesar de su nombre, se celebra desde finales de septiembre, ha declarado que se prohibirá la reproducción de una canción de los años 90.
Clemens Baumgärtner, director de la entidad organizadora del Oktoberfest de Múnich, que, a pesar de su nombre, se celebra desde finales de septiembre, ha declarado que se prohibirá la reproducción de una canción de los años 90.
Se trata de ‘L’Amour toujours’, elaborada por el
pinchadiscos italianos Gigi D’Agostino.(https://www.youtube.com/watch?v=w15oWDh02K4)
Pero no por pertenecer al movimiento dance (lo que ya sería suficiente motivo), sino porque la cantan grupos de lo que el Poder y su prensa denominan militantes de «ultraderecha» y antes eran «jóvenes borrachos».
La semana pasada apareció en Internet un vídeo de veinteañeros en la isla de Sylt, un caro lugar de vacaciones de la élite alemana, cantando la canción.
Pero no por pertenecer al movimiento dance (lo que ya sería suficiente motivo), sino porque la cantan grupos de lo que el Poder y su prensa denominan militantes de «ultraderecha» y antes eran «jóvenes borrachos».
La semana pasada apareció en Internet un vídeo de veinteañeros en la isla de Sylt, un caro lugar de vacaciones de la élite alemana, cantando la canción.
Con la melodía de ‘L’Amour toujours’, los jóvenes
cantaban el siguiente estribillo: «Deutschland den Deutschen, Ausländer raus«,
que significa «Alemania para los alemanes, fuera los extranjeros».
Inmediatamente empezó la identificación de los muchachos, quienes tuvieron que pedir perdón y algunos perdieron sus empleos
Sin embargo, lo prohibido por un Gobierno y unos medios absolutamente desprestigiados se convierte en popular, en tendencia, como decimos ahora, y en una forma de protesta.
En los días siguientes, L’Amour Toujours y el estribillo sonaron en fiestas similares en varios puntos del país: Baja Sajonia, Renania-Palatinado y Sajonia, donde hay elecciones parlamentarias el 1 de septiembre y el partido AfD aparece el primero en las encuestas.
El canciller Olaf Scholz, del partido socialdemócrata (SPD), calificó de «repugnantes» los cánticos de Sylt, donde veranean muchos compañeros suyos.
El SPD trató de dar la vuelta al estribillo y publicó en Instagram la siguiente frase: «Alemania para los alemanes que defienden la democracia».
Es decir, quienes, a juicio de los socialistas, no defiendan su versión de democracia (¿con cuántos partidos?, ¿parlamentaria o presidencialista?, ¿republicana o monárquica?) deben dejar Alemania, ser encarcelados o privados de derechos políticos.
Debido a las protestas, el mensaje fue borrado.
Si la Oficina para la Defensa de la Constitución, el servicio de espionaje alemán, infiltrase provocadores en festivales de reggaetón quizás conseguiría que éste se prohibiese y semejante servicio a la cultura europea se lo agradeceríamos todos.
Inmediatamente empezó la identificación de los muchachos, quienes tuvieron que pedir perdón y algunos perdieron sus empleos
Sin embargo, lo prohibido por un Gobierno y unos medios absolutamente desprestigiados se convierte en popular, en tendencia, como decimos ahora, y en una forma de protesta.
En los días siguientes, L’Amour Toujours y el estribillo sonaron en fiestas similares en varios puntos del país: Baja Sajonia, Renania-Palatinado y Sajonia, donde hay elecciones parlamentarias el 1 de septiembre y el partido AfD aparece el primero en las encuestas.
El canciller Olaf Scholz, del partido socialdemócrata (SPD), calificó de «repugnantes» los cánticos de Sylt, donde veranean muchos compañeros suyos.
El SPD trató de dar la vuelta al estribillo y publicó en Instagram la siguiente frase: «Alemania para los alemanes que defienden la democracia».
Es decir, quienes, a juicio de los socialistas, no defiendan su versión de democracia (¿con cuántos partidos?, ¿parlamentaria o presidencialista?, ¿republicana o monárquica?) deben dejar Alemania, ser encarcelados o privados de derechos políticos.
Debido a las protestas, el mensaje fue borrado.
Si la Oficina para la Defensa de la Constitución, el servicio de espionaje alemán, infiltrase provocadores en festivales de reggaetón quizás conseguiría que éste se prohibiese y semejante servicio a la cultura europea se lo agradeceríamos todos.
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