¿Qué otra prueba necesitamos para convencernos de la traición del Partido Republicano?
Por Carlos Carballido. Desde la era Obama el partido demócrata se radicalizó completamente a la izquierda globalista y en esa afirmación ha...

Por Carlos Carballido.
Desde la era Obama el partido demócrata se radicalizó completamente a la izquierda globalista y en esa afirmación hasta ellos mismo así lo aceptan.
Pero cuando hablamos de Republicanos, la base de ese partido aún insiste en que están en el lado político correcto, sin ver que cada vez mas los políticos pseudo conservadores confluyen hacia el mismo camino que sus antiguos oponentes.
Los votantes republicanos siguen equivocadamente creyendo que las bases morales e ideológicas de su militancia está representada por sus congresistas y senadores cuando la práctica demuestra que la brecha entre derecha e izquierda en EE UU es cada vez más estrecha y en uno pocos años ambos partidos serán mas de lo mismo en la única meta de destruir lo poco rescatable de América. Y la manera en que nos engañan es porque en el discurso publico siguen defendiendo la reducción de impuestos y la oposición al aborto. Pero de ahí en fuera nada mas que decir.
Si alguna vez en la historia representaron y defendieron los valores morales y judeocristianos de esta nación, las evidencias nos revelan perturbadoramente que en este minuto pocas cosas los diferencian de los demócratas que hoy secuestran la política y los medios norteamericanos.
De nada ha valido que los republicanos hayan alcanzado mayoría en el Congreso o en el Senado y en ocasiones en ambas cámaras como sucedió con Trump.
Pocas leyes pudieron aprobarse y poco o nada de blindaje a la constitución pudo pasarse. Y ¿por qué ?
Los republicanos en mayoría han permitido aberraciones liberticidas al pueblo americano como el Obamacare, aumento de más impuestos, aprobación de gasto público excesivo y financiamiento para guerras alrededor del mundo mientras el pueblo americano y los propios votantes republicanos a penas pueden llegar a fin de mes.
Un vistazo al Score de votación de los congresistas y senadores rojos desde la era Clinton a la fecha, nos llevará claramente a la conclusión que la transición de esos políticos que dicen representar a los votantes patriotas y antiglobalistas es hoy una metástasis peligrosa y nociva porque más del 50 por ciento de las votaciones han sido precisamente contrarios a los intereses de la base electoral que dicen representar.
Y no solo es a nivel de congreso y senado. Es también en los candidatos presidenciales, estatales y condales que reciben el respaldo del GOP a sabiendas que vienen de filas demócratas o que han respaldado políticos y leyes aberrantes como la ideología de género en escuelas primaria, pasadas por sus contrarios. Los endorsos no solo son traperos e indecentes sino que eliminan a candidatos en contienda que si han tenido una trayectoria política intachable como conservadores antiglobalistas.
Políticos como Carlos Giménez, Maria Elvira Salazar y Mario Diaz- Balart, Esteban Bobo, Francis Suarez, por poner solo ejemplos cubanoamericanos, han sido endorsados por el mismo Trump a pesar de que sus hojas de servicio demuestran que ni votaron por él en las elecciones del 2016.
Y sí seguimos desempolvando la historia qué podemos decir del expresidente Bush como aliado de Obama en sus diatribas antitrump, de Mit Rommey y MacCain como aliados de los demócratas en perversos planes del proyecto Lincoln para combatir a los conservadores.
O de Paul Ryan como speaker del Congreso favoreciendo leyes en favor de la inmigración ilegal y aumentando el gasto público y la deuda a niveles estratosféricos.
Los ejemplos son interminables. Dos de los más recientes son la aprobación de un paquete de presupuesto en el que destinan millonarias sumas a guerras en Ucrania, Israel y la que se planifica en Taiwan pero ni un solo centavo para blindar la frontera de la chusma ilegal que está invadiendo a EE. UU. La otra fue la aprobación de la Ley FISA que permite ahora espiarnos sin necesidad de orden judicial socavando la primera Enmienda de manera brutal. Y todo porque los republicanos prácticamente votaron en mayoría.
Todas estas leyes que pueden poner el último clavo al ataúd de Estados Unidos han recibido respaldos mayoritarios no solo de los republicanos de Washington sino hasta del propio expresidente Trump.
Ahora es más clara la respuesta de por qué, a pesar del reclamo de su base, el exmandatario nunca quiso formar un nuevo partido que defienda los intereses norteamericanos y los valores conservadores y patriotas.
Hemos entregado lo que iba quedando de América. Han tomado por asalto la política nacional aparentando dos partidos que cada día votan mancomunadamente por la misma agenda globalista.
Trump cree que ganará en Noviembre venidero y me pregunto ¿para qué? No podrá gobernar. Los Republicanos hoy son tan traidores como los demócratas. Las instituciones y sobre todo la Corte Suprema declina fallar a favor de la nación en temas medulares.
Si usted sale a votar en Noviembre por los republicanos le advierto: usted seguirá validando la ignominia de esos corruptos que hoy a penas se diferencian de la izquierda liberal. Y lo peor no son los políticos traidores, sino quienes los validan en las urnas.
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