LA SANGRE Y EL HIELO

  Después de bendecir un pedazo de hielo en un espectáculo dantesco por su irrelevancia y maniqueísmo, el Papa León XIV insto a los obispos ...

 

Después de bendecir un pedazo de hielo en un espectáculo dantesco por su irrelevancia y maniqueísmo, el Papa León XIV insto a los obispos americanos a ser mas militantes “abordar con firmeza”, para citarlo textualmente, como los inmigrantes están siendo tratados por la administración de Donald Trump.
No es la primera vez que el sumo Pontífice de la desprestigiada Iglesia Católica acomete el asunto. Según funcionarios del Vaticano, el Papa recibe diariamente multitud de cartas de inmigrantes describiendo los temores de deportación bajo las medidas del Gobierno de Trump, 
"Nuestro Santo Padre (...) está preocupado muy personalmente por estos asuntos", dijo a Reuters el obispo de El Paso, Mark Seitz, y "Expresó su deseo de que la Conferencia Episcopal de Estados Unidos hable con firmeza sobre este asunto".
Y en una muestra de inusitada actividad, el Papa  se ha reunido varias veces con grupos de  católicos estadounidenses implicados con inmigrantes en su ministerio, a los que les agradeció su trabajo.
Muy bien por el Papa.
Pero sin embargo no muestra la misma energía y disposición cuando se trata de denunciar las masacres de cristianos que también ocurren diariamente en África, sobre todo en Nigeria.  
Nigeria, el país más poblado de África, vive una ola de violencia islamista desde hace más de una década. Grupos como Boko Haram y el Estado Islámico han masacrado a comunidades enteras, destruyendo aldeas e iglesias y secuestrando a sacerdotes, mujeres y niños. 
Según datos de la ONG InterSociety, entre enero y agosto de 2025 fueron asesinados más de 7.000 cristianos por motivos religiosos, una cifra que confirma que el país africano se ha convertido en el epicentro mundial de la persecución contra los seguidores de Cristo.
El pasado mes de junio, por ejemplo, unos 200 cristianos fueron brutalmente masacrados en la aldea agrícola de Yelwata, sin que las autoridades nigerianas ni las potencias occidentales reaccionaran con firmeza. Desde 2009, los ataques de grupos yihadistas han dejado más de 50.000 muertos y millones de desplazados. 
Sin embargo, el gobierno de USA y Occidente en general no quieren mirar los asesinatos de cristianos en África y prefiere emprenderla contra China, el nuevo enemigo.  
Donald Trump recientemente ha exigido la liberación inmediata de varios pastores cristianos evangélicos detenidos por el régimen comunista chino en una operación simultánea en Pekín y otras ciudades del país como Shenzhen, Shanghái, Chengdu, Beihai, Jiaxing y Huangdao.
El régimen chino no ha ofrecido ninguna explicación oficial, aunque este tipo de detenciones son habituales contra comunidades cristianas no registradas, que prefieren mantenerse fuera del control del Estado para evitar la intervención ideológica del Partido Comunista Chino (PCCh).
El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, condenó duramente las redadas y denunció que el PCCh «vuelve a demostrar su hostilidad hacia los cristianos que rechazan la interferencia del partido en su fe y eligen rendir culto en iglesias sin registrar».
Pero esta misma energía y justo reclamo es inexistente cuando se trata de personas de la misma fe en África donde un cristiano  tiene 6,5 veces más probabilidades de ser asesinado. 
La persecución de los cristianos en Nigeria se ha convertido en una tragedia humanitaria ignorada por Occidente. 
Desde 2009, más de 50.000 fieles han sido asesinados y más de 20.000 iglesias y escuelas destruidas por grupos islamistas como Boko Haram y el Estado Islámico de África Occidental (ISWAP). 
El informe World Watch List 2025 de Open Doors International sitúa a Nigeria como el país más letal del mundo para los cristianos: el 69 % de todos los asesinatos religiosos del último año ocurrieron allí.
El obispo Wilfred Anagbe, de la diócesis de Makurdi,  viajo hasta USA y denunció en el Congreso de EE. UU. una «estrategia de islamización gradual» destinada a borrar la identidad cristiana del país. «Los terroristas actúan con una agenda: conquistar, eliminar la fe cristiana y renombrar los territorios», afirmó.
La pasividad Occidental ante estos hechos es insultante. Mientras los países occidentales miran hacia otro lado, miles de creyentes son ejecutados cada año. Y no se trata de violencia intercomunitaria, sino de un genocidio sistemático contra el cristianismo africano.
El silencio del Papa sobre los cristianos africanos, la energía de USA contra el régimen chino sobre el mismo tema y el pedido del mismo Papa a sus obispos de que sean más enérgicos defendiendo a personas que han cometido un delito, demuestra la fragilidad mentirosa de la ética occidental.
El papa prefiere bendecir un pedazo de hielo antes de denunciar enérgicamente loa asesinatos sistemáticos de personas de su “rebano” en ciertas partes del mundo.
Al parecer la  defensa de los oprimidos y sufrientes   por parte de la Iglesia Católica,  es selectiva.


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2 comentarios

Anónimo dijo...

Magnífico artículo. De acuerdo con Ud. parece que todos los Cristianos no tienen el mismo valor para el Vaticano, ni para los Gobiernos del llamado Mundo Libre. Hay que seguir insistiendo y no quitar el dedo del renglón, hasta que se de la coyuntura donde se pueda actuar. Personalmente orar 🙏 por todos los Cristianos Perseguidos. Gracias por su trabajo.

Ulysses Pereira dijo...

Muchas Gracias

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