VINETA DE LA NOSTALGIA

Tuve un apartamento en La Habana. En la calle Fomento de Luyano, para ser mas precisos. Lo construyeron encima de la casa del viejo Aug...

Tuve un apartamento en La Habana.
En la calle Fomento de Luyano, para ser mas precisos.
Lo construyeron encima de la casa del viejo Augusto, patriarca de una familia de mujeres  quien confinado a una silla de ruedas y desde el portal de la casa, vigilaba con ojo desconfiado y con la ayuda de su cumbila El Suave, un negro viejo y silencioso como los anos de esta vida, las existencias de vecinos y transeuntes.
El apartamento era fresco, blanco y luminoso, con ventanas Miami a traves de las cuales se podia ver media Habana: el Capitolio, el Ameijeiras y el Habana Libre.
En dias ventosos, se podia oler perfectamente el peculiar aire de la Bahia; una mezcla caliente de agua salada , petroleo y aceite.
 Ahora ya no vivo en la Habana, he tirado el ancla en el Suroeste de la Florida, en otra ciudad luminosa y torrida que a veces me recuerda la Habana.
Tengo aqui otro apartamento, fresco, blanco y luminoso.
En las tardes, la misma luz del atardecer de la Habana se cuela a traves de las persianas y me transporta a aquellos anos de la decada de los 90 donde la escasez de comida se disolvia  en  los baffles rusos sin tapa y los temas de Simply Red.
Pero este apartamento no es totalmente igual que el otro.
Falta Jesus Estrada, con sus botas militares y un libro bajo el brazo, subiendo la escalera con parsimonia y su media sonrisa ,  regodeandose con el tema de  conversacion de la tarde, que lo mismo podia ser la Glasnot de Gorbachov, los conceptos "mutuamente excluyentes" o la nueva tortura que habia disenado para Fidel Castro.
El Curro vendiendo lo que sea, incluidas cajas de croquetas de perro, altamente apreciadas por la comunidad del barrio que   famelica y  harta del picadillo de soya, hizo  profuso uso de las citadas cajas de 40  croquetas perfectamente alineadas sobre papel de parafina ( nunca supe de donde el Curro sacaba tal delicadeza).
Robertina, con el paquete de café de la cuota, para hacerlo en casa y asi estimular la muela del dia acerca de la ausencia de aceite, de la mala calidad de las toallas y de que la musica de Vangelis era una repeticion sistematica de patrones ritmaticos .
Waldy con su bicicleta rusa, buscando cerelac y todo lo que fuera dulce.
Alfredo,  en  la eterna caceria de la tacita de café  y con la libreta de la bolita metida en los huevos. 
Espero que en el seno de Dios haya encontrado la paz que tanto  todos nosotros necesitabamos en aquellos tiempos.
El vecino de enfrente tratando de vender los baffles Sony a precios estratosfericos.
Finalmente fueron mios, pero esa es otra historia.
Angelito, que en Paz Descanse, cambiando un regfrigerador por un amplituner Onkyo que coge tremenda FM.
Jose Angel, con el polvo de su ceramica catedralera en la cabeza, tratando de comprarme el deck Sony acostado con cabeza de ferrite.
Osmani Mambuca, con las patas estiradas sorbiendo el te caliente mientras escuchaba a Juan Carlos Baglietto y su Carta de un Leon a Otro.
Sergio, que en Paz Descanse tambien, gritando desde la calle para decirme que tenia el ultimo de Gloria Estefan.
La tarde era  de los munequitos de Randy y despues Clannad cantando Robin el hombre encapuchado en gaelico, el Noticiero con el bigote de Serrano y despues los Industriales contra los Mineros.
Frank Y Julito con tremendo misterio llamandome para decirme que tenian dos pellejos para mas tarde.
Aquel apartamento de Fomento, estaba vivo, vibrante y despierto. 
Este de aqui; mucho mas bonito y con mas cosas, le falta algo, y lo que le falta son los amigos y el barrio.
La identidad cubana, la parafernalia social que nos rodeaba, el sano cubaneo y la sabrosura tranquila del atardecer de la Habana.
Eso tambien nos lo quitaron.
 
 
 
 

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3 comentarios

Unknown dijo...

Enhorabuena hermano!!
Bien fresco como el apartamento...solo los mortales privilegiados en ver esa unión de agua del río Almendares con la lengua salada del calido y cómplice de muchas historias de amor y de pegadera de tarros también pero a la vez tristemente conocido como asesino mar de muchos sueños llamado Caribe, pueden teletransportarse a ese ambiente muchas veces maldecido pero inexcluible en cada sueño de añoranza por nuestra tierra.
Ingierase un cuartazo de ron, notese que sea barato y si sabe a rayos mejor, oigase un Manantial de Corazones de Yordano y leidas tus joviales letras, dudo que tengan que hacer mucho esfuerzo para volver a vivir los locos 90's que invocas, aquellos superdotados con imaginación -como yo- pueden hasta "montarse" y desde lo más recónditos confines del globo adonde fuimos expelidos por un gobierno que nunca debió ser, percibir los olores del café con chicharo o, para ser justos, del "potaje" de chicharos agrandado con café para apaciguar el hambre de todo que tenia y tiene el cubano desde tiempos inmemorables ya.
Sigue escribiendo brother, los que soñamos con ver ese "día" anunciado por Willy, los que aprendimos a vaciar "scotches" y "bourbones" allende los mares por pura necesidad te lo agradecemos.

Ulysses Pereira dijo...

Gracias hermano!


vitikin dijo...

Genial.

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