KIKO

Estaba en mi familia antes de que yo naciera y fue el que coloco los dos grandes ganchos en el marco de la puerta del patio para colgar la p...

Estaba en mi familia antes de que yo naciera y fue el que coloco los dos grandes ganchos en el marco de la puerta del patio para colgar la pizarra de "la escuelita" cuando yo tenia apenas 5 anos.
Era  alto y musculoso con facciones finas y con dos apellidos muy extranos para un mulato cubano: Mordoche y Belautigoitia.
Sospecho que el Mordoche es una cubanizacion de Murdoch y el otro, casi impronunciable es claramente vasco, por tanto Kiko, Enrique, como casi nadie le llamaba, pudo haber tenido ancestros  ingleses y  espanoles.
Tenia muy buen corazon y siempre me llamo sobrino. 
Cuando viviamos en Jesus Maria era del piquete del Coco -mi tio politico y  uno de los dandys  mas furibundos del barrio-  jovenes bien vestidos y perfumados que peinaban los barrios de la Habana en busca de damiselas encantadoras para las guarachas con las orquestas del momento en los Jardines de La Polar o La Tropical.
Kiko siempre estuvo enamorado de mi tia que era una belleza en aquellos tiempos, pero desgraciadamente para el, ella solo tenia ojos para  el Coco  con el cual se caso finalmente  y una noche de Diciembre, despues de la ceremonia y la fiesta, partio para su  agitada Luna de Miel en el Capri  en  medio de una nube  de arroz y de colonia Guerlain.
Kiko se caso con L . Una negra cejijunta con bigote de vivaces ojos oscuros con la cual no tuvo una buena relacion. 
Tuvieron 4 hijos todos varones a los cuales Kiko amo  sin ninguna duda.
Kiko  no tenia buena educacion, a veces era grosero y hasta brutal, pero tambien  carinoso , servicial  y en general muy buena persona  y siempre figura en los  recuerdos  de mi  infancia y de mi juventud.
Lo deje de ver en el 96 cuando sali de Cuba y 15 anos despues me entere que se habia ahorcado porque los hijos no lo querian.
Nadie jamas sabra que clase de veneno vertio la negra cejijunta en los oidos de los hijos para que ellos se portaran de ese modo.
Fue una injusta y triste manera de irse de este mundo.
Yo lo recuerdo mucho. 
A Kiko el musculoso mulato que me cargaba en peso y me viraba boca abajo aun siendo un hombre hecho y derecho mientras alardeba de su fuerza descomunal. 
Era su forma de demostrar carino y apego y jamas dejo de llamarme "mi sobri".
Quizas su corazon de gigante bueno fue demasiado para los miserables que engendro.

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2 comentarios

vitikin dijo...

Siempre hay personas como Kiko en la vida de cualquier niño. Uno n unca los olvida aunque no fuesen parte de la familia ni se criaran cerca de ellos

Ulysses Pereira dijo...

si. asi es my friend.

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