EL NUEVO REFUGIO DE LOS MALVADOS
No soy dado a las etiquetas. De hecho, hace tiempo deje de usar los términos de izquierda o derechas, socialismo o capitalismo. Son términ...

No soy dado a las etiquetas. De hecho, hace tiempo deje de usar los términos de izquierda o derechas, socialismo o capitalismo. Son términos obsoletos que no definen los grupos o sistemas a los cuales se refieren. La fragmentación ideológica actual es tal que no permite etiqueta alguna, pero como elemento identificativo, la llamada derecha siempre ha estado a favor de la identidad y soberanías nacionales, (por supuesto con excepciones ya que la corrupción de la clase política mundial es aplastante) y la izquierda, (la llamada izquierda, no olvidemos), simpática, colorida, compasiva y de brazos abiertos.
Un primitivismo simple y -de nuevo- ofensivo, solo comparable en magnitud y elementos con la simpatía militante de la llamada izquierda con la también llamada “causa palestina”.
No me voy a extender en análisis alguno acerca de la falacia de la “causa palestina” porque si de territorio se trata, hete aquí las ofertas directamente desde Israel para que esa masa de personas a los cuales se les llama “palestinos” por asociación tengo un lugar al que le puedan llamar hogar.
Antes de que existiera el Estado de Israel, la ONU propuso dividir Palestina en dos Estados: uno judío y otro árabe.
Los judíos aceptaron, los árabes y palestinos lo rechazaron.
Entre Israel y Egipto, bajo mediación de EE. UU.
Aunque se centró en la paz con Egipto, incluyó un marco para la autonomía palestina en Cisjordania y Gaza, que no se implementó.
· Israel reconoció a la OLP como representante del pueblo palestino.
· El primer ministro israelí Ehud Barak ofreció a Yasser Arafat un Estado Palestino en Gaza y más del 90% de Cisjordania (con intercambio de tierras). Jerusalén Este iba a estar parcialmente bajo control palestino. Pero Arafat no aceptó la propuesta porque consideró insuficiente la soberanía, los asentamientos y el tema de los refugiados.
· Negociaciones más detalladas tras Camp David.
El primer ministro israelí Ehud Olmert ofreció a Mahmud Abbas un Estado palestino en Gaza, Jerusalén Este como capital y alrededor del 94% de Cisjordania con compensación territorial.
Abbas no firmó, en parte porque Israel entraba en crisis política y en parte porque consideró el acuerdo incompleto.
Tampoco ayuda que la bandera que dicen que es del Estado de palestina (¡) se identifica con un grupo abiertamente terrorista y criminal como lo es Hamas. En análisis anteriores, hemos visto que Hamas ha sido abrazado por los palestinos de Gaza como la fuerza política principal incluso derrotando entidades tan antiguas como la Autoridad Palestina, por tanto, es imposible entender la simpatía de los llamados izquierdistas con un pueblo que consiente, abriga y celebra el terrorismo.
Y uno se pregunta que ocultos mecanismos de la mente humana permite tal nivel de ingenuidad colectiva y porque la izquierda sucumbe a tales desatinos.
Yo soy de los cree firmemente que la llamada izquierda esta llena de malvados y oportunistas. La Historia no me deja mentir.
Pero esta nueva oleada de progresistas compasivos y militantes al mismo tiempo me hace reflexionar a que punto de la condición humana se dirigen estos especímenes y en que punto de ella se encuentran.
Y esta social democracia se basa en el mantra Socialismo o Muerte que a su vez fue la cubanización del famoso Socialismo o Barbarie del grupo francés comunista del mismo nombre con revista homónima que vertió todo su veneno entre 1947 y 1967.
Para ser justos, hay que explicar que para ellos “barbarie” no es lo que vimos durante las protestas por la supuesta muerte del delincuente a manos del policía. Para esta gente “barbarie’ es simplemente el capitalismo; un sistema terriblemente injusto que nada tiene que hacer ante la superioridad moral y material del socialismo.
Esta es la nueva izquierda, los compasivos y los progresistas, que arropan a un pueblo que asume sus lideres desde un nido de terroristas asesinos guiados por intereses bien alejados del bienestar y el desarrollo de las personas humildes que conforman la masa humana de “pueblo”.
Este estado de cosas se debe al retroceso intelectual de sus lideres que no soportan una sesión de preguntas y respuestas de manera educada e inteligente y estos son los que claman una solución al problema palestino.
El primer ministro de Canadá, producto exquisito de la socialdemocracia euro-canadiense y operativo principal de la City of London, no podía quedarse atrás en la parafernalia demostrativa a favor de la “causa palestina” y ahí lo tenemos “oficialmente” reconociendo no el derecho a existir del estado palestino, lo cual esta fuera de toda duda, como es natural, sino al estado palestino que es una entidad inexistente en estos momentos a no ser que se este refiriendo a Hamas, lo cual le daría otra connotación al asunto.
Ahora la socialdemocracia gobierna y la izquierda grita en las calles, mezcladas con los inconformes, los asesinos y los criminales.
La social democracia desde el gobierno protege y defiende a los asesinos y criminales y la izquierda de las calles crea caos y produce escenarios para que se condene a las fuerzas del orden e impregnen de miedo a los policías y magistrados. Es el nuevo modus operandi de los malvados que ahora se refugian en un nuevo nicho: la causa palestina y ondean el trapo blanco lleno de manchas negras por todo el planeta.
No ha existido fuerza social mas malvada y letal que la llamada izquierda y sus subproductos. Y como hemos visto, la “causa palestina” es uno de ellos.
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