Plataforma política de Otaola es tan inviable como su discurso populista.

Por Carlos Carballido y Ulysses Pereira.   El influencer cubano Alexander Otaola que corre como candidato a la Alcaldía del Condado Miami Da...

Por Carlos Carballido y Ulysses Pereira. 



El influencer cubano Alexander Otaola que corre como candidato a la Alcaldía del Condado Miami Dade sostiene su campaña  política  con promesas políticas frontales contra la tiranía cubana que, en la práctica, no solo son inviables sino que serían imposible de ponerse en práctica. 

Otaola, un antiguo demócrata contra el expresidente Trump, ha tenido una evolución política que ha ido desde acercamientos y viajes  a Cuba hacia un discurso mas radical más radical contra la tiranía , quizás porque tanto él como su equipo de trabajo entendieron que el sentimiento del exilio cubano es mas inclinado al anticastrismo y contra la ideología liberal del partido demócrata. 


Es el mismo proceder han tenido varios políticos cubano americanos como María Elvira Salazar que hasta que no abrazaron supuestamente el conservadorismo, jamás pudieron sentarse en la silla congresional. Pero a diferencia de estos camajanes de la política, Otaola no es precisamente del gusto del GOP por su imprevisible veleta giratoria en asuntos políticos que pueden disgustar al estado profundo que mueve los hilos electorales. 


Otaola es bueno en lo que hace. Y lo ha conseguido imprimiendo a casi todo el sello farandulero y mediático. Su mensaje ha encantado como serpiente a un numeroso público, mayormente cubano, que hacía tiempo no encontraba el discurso frontal contra la tiranía que el influencer aprovecha muy bien para mezclarlo con chismes, escándalos de poca monta entre la comunidad exiliada del sur de la Florida. 

 

Se acerca Agosto y será en ese momento en el que Otaola quizás vea cumplirse sus sospechas:  El Partido Republicano de Florida hará lo posible para que no se lleve la victoria sencillamente porque él apesta para esa élite política. 


 El influencer sostiene que sería un ataque a alguien que representa 4 minorías, ser gay, latino, conservador y  anticadtrista.  Pero en realidad , en el escenario donde compite, esas características que encarna, realmente se diluyen en un terreno tan ecléctico como Miami Dade. 


El otro gran problema que Otaola parece no entender es su plataforma política. El ya manido discurso de que acabará con el comunismo en Miami y cerrará cuanto negocio tenga que ver con Cuba, parece más el postulado de un fascista nazi que alguien que respeta la libertad y el libre mercado. Y no es que aceptemos esa realidad lamentable en la cuna del exilio y que sería fantástico extirparlo.  El problema es que a estas alturas del juego es inviable, ilegal e inconstitucional. Si Otaola realmente el primer día de su alcaldía  se diera a la tarea de intentar cumplir estas promesas se dará de bruces contra una pared de hierro no sin  antes violar desde la primera Enmienda a la constitución hasta suplantar los poderes que un alcalde tiene en Miami Dade donde cada acción debe tener respaldo de los comisionados. 


Esas promesas de campañas solo aplican en sistemas totalitarios como Cuba y parece que Otaola lo ha olvidado. 


Los negocios de Miami Dade que tienen que ver con Cuba son dirigidos por cubanoamericanos  que son ciudadanos americanos, que han recibido el permiso de la OFA del Departamento de Estado y que operan o bien directamente con La Habana a través de bancos estadounidenses o por terceros países como Canadá, México o Panamá y una acción contra esto pondría a un  alcalde de poca monta contra un sistema financiero y político tan sólido como el Titanio.


Lo que olvidan muchos y hasta el mismo Otaola y su campaña parecen obviar  es que el condado Miami Dade hace mucho tiempo que dejó de ser un bastión anticastrista cubano.  

Hoy es un enclave demócrata sólido, con otras nacionalidades en juego como la venezonala de tendencia socialista y con una población negra muy importante en la que la plataforma de Otaola solo se colaría por su deseo de legalizar la marihuana, pero que es un aspecto que sus potencialidades votantes conservadores  rechazan por las graves consecuencias a la salud y a la seguridad de un condado como Miami. 


Su poco background en la política local y nacional será su peor lastre contra la candidata demócrata y actual alcaldesa, Daniella Levin Cava, quien lleva la mayor intención del voto para Agosto 20 próximo según varias casas encuestadoras. Tanto ella como los oponentes de Otaola que corren también pero por el lado republicano, Manny Cid, exalcalde de Miami Lakes y Carlos Garín, tienen un mayor dominio del idioma y del manejo de la política local que, sin dudas, sería el principal lastre que hundiría al influencer en cualquier debate pre electoral. 


 Miami Dade es un condado mayormente demócrata con tres grupos étnicos mayoritarios : Latinos ( 879 mil votantes) ,  blancos no latinos ( 244 mil)  y negros ( 217 mil )



Según el registro de votantes de Miami Dade ( 1. 5 millones ) , hay más demócratas registrados (513 mil) que republicanos (444 mil) y en el caso de los latinos si es cierto que el grupo tiene una ligera mayoría republicana pero por muy estrecho margen.  Sin embargo la suma total de todas las etnias supera en más de 100 mil a los registrados como republicanos. 


 El otro problema que tiene Otaola, más allá de que la mayoría de sus seguidores no tienen aún derecho a votar ni todos viven en Miami, es la intención de votos que en ese condado siempre a rondado entre el 50 al 60 por ciento. Tendría que ganarlos todos para poder al menos llegar a 2da vuelta. Pero por estadísticas Levin tiene todo a su favor.


La actual alcaldesa Levin tiene una aceptación popular cercana al 85 por ciento debido a sus planes de ayudas de gobiernos a sectores minoritarios, ayuda a la emigración ilegal, presupuestos para remodelar el aeropuerto y la asistencia en hogares de ancianos y clínicas para la tercera edad lo cual le ha garantizado el voto de ese tipo de votante y sus familiares.


Quizás Otaola espere un milagro o algo como un endoso.de Trump tal y como lo ha hecho como con su amiga RINO Maria Elvira. Puede que ocurra y el Gop decida apoyarlo igual. Su victoria sería igual que la de Trump si consigue el 2024. Un puesto político sin ninguna posibilidad de cumplir su agenda. Y menos en Miami donde ya los guiños económicos hacia el castrocanelismo son cada vez más fuertes y de franca tolerancia de el Departamento de Estado 



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