FUTURO OMINOSO

  Para muchos de mi generación los Estados Unidos era una tierra de maravillas. Los que vimos familiares cercanos marchar en los tempranos s...

 

Para muchos de mi generación los Estados Unidos era una tierra de maravillas. Los que vimos familiares cercanos marchar en los tempranos sesenta a través del puente aéreo de Varadero y después por Camarioca, entendíamos que se iban para “norte revuelto y brutal”.
Después llegarían las cartas perfumadas con los sobrecitos de perfumes Avon y las cuchillitas Guillete que tenían el promisorio membrete de MIAMI FLA.
Llegaban las fotos POLAROID de rollizas cubanas en bermudas delante de los Ford y Chevrolet de la época y las enjundiosas fotos de los niños desayunando con cereal, jamón, salchichas y la frase: “mira Mima, como desayunan tus nietos”
Cuando el Mariel aún seguía la magia y cuando Arocha salió al terreno con los Cardenales de San Luis fue la confirmación que irse al Yuma era lo mejor que se podía hacer. Tierra de libertad, paz y prosperidad sin dudas.
Pero poco a poco, con el tiempo, la edad y las lecturas esa imagen se ha ido desmoronando. USA nunca fue tan grande, ni fue el mejor país del mundo. Fue un Hegemon abusador en nombre de los intereses de las elites gobernantes nunca a nombre de los intereses del pueblo americano y responsable directo de nuestra desgracia cubana.
Hay muchos cubanos que han encontrado prosperidad y cierto grado de “libertad” (llamémosle así) en tierras americanas, pero no quieren saber a qué precio.
Hete aquí una descripción de lo que hace USA con los que envía a la guerra y que les espera a los que serán enviados en el caso de que efectivamente estalle una guerra frontal contra Rusia.
 
 Por: Ian Kummer
 
Esta semana, la Associated Press declaró abiertamente algo que la mayoría de nosotros ya sabemos desde hace tiempo: que el gobierno de Biden está presionando a Ucrania para que reduzca la edad de reclutamiento a 18 años . Este es el ciclo de vida habitual de los hechos sobre Ucrania: al principio se descartan como “temas de conversación del Kremlin” durante seis a doce meses, y luego se admiten. Entonces, ¿qué hacemos con este último “nuevo” hecho?
¿Sabías que un tercio de las tropas de combate estadounidenses en Vietnam eran negras? Como 13% de la población de Estados Unidos, los hombres negros tenían más del doble de probabilidades de ser reclutados que los hombres blancos, y esto ilustra el problema fundamental de obligar a la gente a luchar en una guerra impopular.
En 2017 o 2018 fui uno de los peones de la oficina que acompañó a nuestro comandante general en una visita al hospital local de veteranos. Fue una experiencia triste para mí, ya que la gente no suele ir a los hospitales cuando está sana, y los residentes más tristes allí eran los veteranos de Vietnam. Eran hombres de unos 60 años, pero que parecían mucho mayores, con cuerpos flácidos e hinchados que sufrían de insuficiencia orgánica múltiple. No se trataba de un tratamiento de “recupérate y vete a casa”. Eran cuidados paliativos para hombres con unas pocas semanas o meses de vida como máximo. Los veteranos de Vietnam estaban aquí y no en un hospital privado porque los hospitales privados cuestan dinero, y estos hombres no tenían dinero. Y también estaban solos, con el asistente del hospital que los visitaba cada hora aproximadamente (si es que eso), lo más parecido a un amigo que tenían.
Cuando regresamos a la oficina, una de mis compañeras de trabajo, una mujer blanca neoliberal y adinerada que fue reportera de la CNN y estaba casada con un oficial retirado del ejército con el que se relacionó en Irak, se quejó en voz alta de los veteranos de Vietnam. Estaba completamente indignada porque alguien que estuvo 12 meses en Vietnam reciba atención médica gratuita y no la merece. De hecho.
Estados Unidos logró aplacar la oposición pública a la guerra reclutando a reclutas de los niveles más bajos de la jerarquía estadounidense: chicos negros del gueto y chicos blancos de los Apalaches, jóvenes sin ningún tipo de conexión familiar y sin educación. Ser un desertor del servicio militar requiere inteligencia y perspicacia. No se puede esperar que un tipo manipule el sistema para obtener una exención médica o profesional cuando apenas sabe escribir su propio nombre.
Al final, incluso las familias obreras más empobrecidas se quedaron sin nada y el gobierno estadounidense seguía necesitando carne de cañón desesperadamente. Así que puso en marcha el programa de reclutamiento más notorio de nuestra historia, el Proyecto 100.000. (Proyecto 100000)
Este programa reclutaba a los retrasados ​​mentales, y no para tareas de limpieza, sino para el combate real en primera línea. Como era de esperar, estos soldados sufrieron muchas más bajas de lo normal y también experimentaron problemas sociales y psicológicos mucho más graves después de regresar a casa de Vietnam. Y sí, la gran mayoría de las almas desafortunadas que se vieron obligadas a participar en el Proyecto 100.000 eran negras.
Para dejarlo más en claro, George Bush fue el último veterano de guerra en ser elegido presidente de los Estados Unidos, ya que sirvió en la Segunda Guerra Mundial. Clinton, Trump y Biden obtuvieron exenciones del servicio militar. Incluso el propio hijo de Bush, W. Bush, se escondió en la Guardia Nacional Aérea de Texas, donde no tuvo que temer ser enviado a Vietnam. Ese último ejemplo es quizás el más condenatorio. Uno pensaría que, como héroe de guerra condecorado, el padre habría avergonzado a su hijo para que fuera a Vietnam y mantuviera el honor de la familia. Pero no lo hizo, lo que sugiere que Bush estaba feliz de no arriesgarse a que su hijo sufriera una muerte inútil en una tierra lejana. Esto no es en absoluto lo que sucedió en la Segunda Guerra Mundial, cuando incluso las celebridades ricas se sintieron obligadas a ir a la guerra. Pero incluso los partidarios más fervientes de la guerra de Vietnam entendieron en silencio que no había honor ni gloria en ella.
Ucrania se enfrenta al mismo problema que Estados Unidos en la guerra de Vietnam. Nadie en la población ucraniana quiere ir a la guerra; los que sí querían ir a la guerra ya están allí, o enterrados bajo tierra. Las únicas personas que pueden ser reclutadas son aquellas que no tienen el dinero ni la influencia para evitarlo. Reducir la edad de reclutamiento a 18 años probablemente causaría problemas extremos, porque eso expondría a las personas en edad universitaria al servicio militar, incluidos los hijos de los oligarcas y políticos ucranianos. Estoy seguro de que esos hijos privilegiados aún podrían librarse de ello, pero esas exenciones convenientes expondrían aún más la injusticia y la corrupción en el sistema.
El mayor problema es que Ucrania tiene una población extremadamente limitada. Su futuro está ahora en manos de la cohorte de edad de 18 a 25 años, que es también la generación más pequeña de ucranianos que ha existido desde que se colonizaron los “campos salvajes” propiamente dichos hace varios cientos de años. Si a estos hombres también los envían al combate y los matan, los ucranianos literalmente dejarán de existir como nación.
No sé dónde está ahora esa mujer que mencioné antes, pero supongo que, después de la guerra, si alguna vez descubre que se está gastando un centavo del dinero estadounidense en los veteranos ucranianos, se quejará en voz alta. “¿Por qué estos patéticos ingratos que ni siquiera pudieron capturar Crimea deberían recibir dinero gratis por los brazos y las piernas que les faltan?”. En efecto.
 

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