DUCATIS Y PELOTAS DE TENIS

  Siguen los románticos, los malvados y los idiotas creyendo en las fabulas venezolanas. A veces los entiendo, la esperanza es un árido asid...

 Siguen los románticos, los malvados y los idiotas creyendo en las fabulas venezolanas.

A veces los entiendo, la esperanza es un árido asidero, pero es que ha sucedido tantas veces que es insólito que el bache se repita una y otra vez y que los impulsores de protestas y manifestaciones, al final se larguen a jugar tenis en las mañanas y a manejar Ducatis por el centro de Europa.

Después de manifestaciones multitudinarias, de elecciones, de actas y de discursos en tarimas el presidente electo se va a España dejando tras sí una estela de muertos y de detenidos incluidos menores de edad después de estar escondido por un mes en la embajada de Holanda.
Lo que salta a la vista es que sale con un salvoconducto de los dos países: Venezuela y España directo a un avión de la Fuerza Aérea española enviado específicamente para evacuar al Presidente electo que estaba bajo amenazas a su integridad física.
Todo esto bajo la especulación que es una gran jugada de varias dimensiones. Una estrategia, dicen los acólitos y los creyentes.
Me llama la atención el país escogido; ¿España?
¿Precisamente el país más solidario y comprensivo con el régimen de Maduro y de Chávez en la figura esperpéntica de Zapatero, su presidente socialista?
Bueno, se ha develado el misterio.
El Gobierno de Pedro Sánchez, bajo la supervisión directa del expresidente Zapatero, ha negociado con Nicolás Maduro la salida de Edmundo González Urrutia de Venezuela.
Las declaraciones de Maduro y de Delcy Rodríguez, como las acciones de la Fiscalía venezolana y la Cancillería para Europa, junto con la elección de España como destino, revelan un acuerdo que parece favorecer tanto a Sánchez como al régimen chavista.
Durante su programa televisivo semanal, Nicolás Maduro admitió haber liderado personalmente las gestiones para el asilo de González Urrutia: «He estado atento y he dirigido este proceso», declaró.
Delcy Rodríguez, por su parte, también afirma que se llevaron a cabo «amplias conversaciones y contactos» entre los gobiernos de Venezuela y España para garantizar la salida de González Urrutia, con un salvoconducto aprobado por ambos países.
Pero hay más….
El exministro de Asuntos Exteriores del PP, José Manuel García-Margallo, ha asegurado que hay un acuerdo entre el Gobierno de Sánchez, Maduro y González Urrutia para que este último guarde silencio y permanezca al margen de la política.
Según García-Margallo, González Urrutia está alojado en un hotel en Madrid, costeado por el Gobierno español, con la orden de no hacer declaraciones públicas hasta su reunión con Pedro Sánchez, que se celebra hoy jueves 12 de septiembre.
Da la casualidad que Sánchez voto en contra de reconocer a este payaso como presidente de Venezuela, lo que nos dice que la citada reunión es simplemente un contacto para indicarle al “presidente electo” sus márgenes de comportamiento.
Otro hecho singular es que el Gobierno español no ha recibido críticas del régimen venezolano tras la acogida del presidente electo, como se podría haber esperado.
La viceministra para Europa del régimen, Coromoto Godoy, criticó a Holanda por haber acogido a González Urrutia en su embajada, calificando la acción como injerencista e ilegal.
Sin embargo, Venezuela no ha presentado ninguna queja formal contra España, a pesar de que González Urrutia también pasó un tiempo en su embajada antes de partir hacia Madrid.
Por otra parte, tenemos que el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, anunció que las causas judiciales contra González Urrutia habían sido archivadas tras un acuerdo entre los gobiernos de Venezuela y España para facilitar su salida del país.
 El “presidente electo” publicó el lunes una carta en la que agradeció al Gobierno español la protección que le había brindado y explicó que había tomado la decisión pensando en su familia y en Venezuela.
En esa carta no denunció el fraude electoral cometido por Nicolás Maduro ni reivindicó el triunfo de su formación, lo que ha sido entendido por muchos como una «capitulación».
«Sólo la política del diálogo puede hacernos reencontrarnos como compatriotas. Sólo la democracia y la realización de la voluntad popular puede ser el camino para nuestro futuro como país y en ello seguiré comprometido», escribió en el escueto comunicado.
Por ahora, María Corina Machado sigue en Venezuela. Siendo la instigadora principal del movimiento actual, no ha sido ni amenazada de muerte ni amenazada con cárcel, lo cual me mueve a suspicacias.
Sigue hablando de HASTA EL FINAL y de VAMOS A COBRAR.
Lo que no se sabe si el final está en Miami o en España y si cuando dice VAMOS A COBRAR se refiere a algunos de los jugosos estipendios   que permite a los miserables de la misma calaña vivir como potentados jugando tenis en las mañanas floridanas o conducir Ducatis por la Gran Vía Madrileña.
 

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