LA NECESIDAD DE HUIR
Leí en algún lugar que hogar es lugar de donde no tengas necesidad de huir. Yo he estado en varios lugares de donde he tenido la necesidad...

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Leí en algún lugar que hogar es lugar de donde no
tengas necesidad de huir.
Yo he estado en varios lugares de donde he tenido la
necesidad de huir. Y no porque sea un criminal que la policía persiga con
encono. NO.
Soy un ciudadano respetuoso de las leyes y amante de
la ley y el orden y precisamente he huido de los lugares donde la ley y el orden se
extinguen y busco otros donde las sociedades sean sanas y esos dos elementos
tan necesarios para la vida humana, existan.
Me he radicado en varios países y
ciudades, después de abandonar La Habana, lugar donde más de cuatro
generaciones de mi familia han tirado sus raíces.
He construido mi hogar en
algunas de esas ciudades y en algunos casos, he respirado a gusto entre mi
música y mis libros, aspirando el olor a café recién hecho mirando la calle desde mi ventana.
He estado en el calor más agobiante y el frio más perverso, pero
siempre he sentido la sensación del ambiente íntimo y personal.
Tire mi vieja ancla herrumbrosa por los viajes y el
uso en esta ciudad del suroeste de Ontario, del país Canadá, gélida remembranza
de mi estancia 44 años atrás en la ciudad de Montreal, donde el aire que respiraba
era una mezcla de L’Airs Du Temp y del café brotando de las toberas de las
máquinas de Second Cup en Saint Catherine.
Ansiaba vivir en una cabaña del bosque cortando leña
con mi camisa a cuadros rojos mientras escuchaba la FM desde un amplituner
Realistic. Ingenua versión espiritual de las realidades futuras que vislumbraba
a retazos. Viajé por allá y acullá, buscando el hueco perfecto para mis
humanidades y creí encontrarlo aquí, en Canadá, el país frio y hermoso, grande
e imponente, amable.
Fui feliz y me refocile en la creencia que jamás
levaría el ancla de este paraíso. Y hete aquí que, viejo y cansado, con algunas
dolencias que me llevaran inexorablemente a la muerte en un futuro cercano,
encuentro que de nuevo siento la necesidad de huir de esta sociedad que se ha
convertido en extraña y hostil.
Cada día es un escalón más hacia el caos y a la
certeza de que las autoridades están absolutamente dedicadas a convertir este
país en algo similar a lo que huiste hace tantos años.
Es como escapar de un monstruo marino y nadar sin
descanso durante horas y divisar tierra en lontananza y nadar más fuerte y más
fuerte hasta que exhausto, llegas a la orilla y te encuentras acechándote un
monstruo exactamente igual del que escapaste.
Pienso en escapar de nuevo, aun viejo y cansado,
pero ya no es posible.
No hay energías ni recursos suficientes pero lo peor
de todo es que no hay a donde huir.
Ya casi no hay espacio para la ley y el orden. Ya
casi no existen.
La FM es una mierda y nunca corte leña en una cabaña
del bosque. Tengo varios amplituners Realistic y ante la imposibilidad de huir
me he construido una burbuja impenetrable, único recurso contra la otra Gran
Oscuridad que se avecina.
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